La Placita Honda fue un terreno usado para extraer tierra y fabricar los ladrillos de las primeras edificaciones del pueblo. En 1922, al cerrar la fábrica, la cava quedó abandonada, empezó a crecer la vegetación y la gente comenzó a tirar en ella basura. Los vecinos expresaron al intendente el deseo de eliminar el foco infeccioso. En 1926 el terreno fue donado al municipio con la condición de que se construya una plaza pública. Un año después con la presencia del gobernador se inauguró con el nombre "1° de Mayo".
Los usos y costumbres la bautizaron como Placita Honda; una ordenanza la reconoció como tal en alusión a su hondura, ya que está a 3 metros de profundidad. Una de las pocas en el mundo con esta característica.